Dos días antes de Navidad había renunciado en la empresa para la cual trabaje por más de 13 años, y ahora, a fines de febrero se cumplían 3 meses que no trabajaba. Eran las vacaciones más largas que había tenido en toda mi vida, y sentía que era tiempo de terminarlas.
Buscar trabajo era uno de los desafíos que buscaba en esta aventura. En Argentina había entrado a trabajar luego de mi primer entrevista, así que era una experiencia pendiente.
Tenía a mi favor la enorme demanda de mano de obra que hay en Western Australia. Pero el tema idioma me preocupaba un poco. Siempre me costó “venderme” y en inglés iba a ser 10 veces más complicado. Lo más importante de todo era que me tenía muchísima fe.
A la semana de llegar a Perth empecé a buscar trabajo, y lo primero fue una entrevista en una consultora laboral (conocidos de mi prima). La ropa de oficina estaba en el bolso que quedó en Sydney así que tuve que comprarme una camisa y un pantalón. Preparé mi CV y un par de notas. Por suerte le entendí bastante bien, la persona que me entrevistó fue muy macanuda y me dio un panorama de condiciones laborales en Australia y posibles sueldos. Me dijo que me iba a tratar de conseguir algo pero nunca pasó nada.
Al mismo tiempo buscaba posibles trabajos en internet y en el diario. Habré mandado unos 10 emails, uno de ellos era para un puesto de Diseñador Eléctrico para Centrales y Repetidoras de Telefonía. Eso era exactamente lo que había hecho por muchos años en Argentina. Y me llamaron!
Tengo que confesar que estaba un poco nervioso, mi mayor preocupación era el idioma. La entrevista fue buena, aunque me costó bastante entender. Me hicieron muchas preguntas sobre lo que había hecho, y como resolvería determinadas situaciones que ellos me planteaban. Cuando terminó, salí con la sensación de que me llamarían… y así fue. A la semana siguiente me estaba haciendo los análisis médicos pre-ocupacionales, y el 19 de marzo, justo un mes después de haber llegado a Perth, empecé a trabajar.
Ni en mis planes más optimistas esperaba conseguir trabajo tan rápido!
Nota: del resto de los emails que había mandado, la mitad no me contestó y la otra mitad me dijo muchas gracias y siga participando. En mi opinión tuvo mucho que ver la famosa “experiencia australiana” que yo no tenía, y que es muy valorada en las empresas locales.
Buscar trabajo era uno de los desafíos que buscaba en esta aventura. En Argentina había entrado a trabajar luego de mi primer entrevista, así que era una experiencia pendiente.
Tenía a mi favor la enorme demanda de mano de obra que hay en Western Australia. Pero el tema idioma me preocupaba un poco. Siempre me costó “venderme” y en inglés iba a ser 10 veces más complicado. Lo más importante de todo era que me tenía muchísima fe.
A la semana de llegar a Perth empecé a buscar trabajo, y lo primero fue una entrevista en una consultora laboral (conocidos de mi prima). La ropa de oficina estaba en el bolso que quedó en Sydney así que tuve que comprarme una camisa y un pantalón. Preparé mi CV y un par de notas. Por suerte le entendí bastante bien, la persona que me entrevistó fue muy macanuda y me dio un panorama de condiciones laborales en Australia y posibles sueldos. Me dijo que me iba a tratar de conseguir algo pero nunca pasó nada.
Al mismo tiempo buscaba posibles trabajos en internet y en el diario. Habré mandado unos 10 emails, uno de ellos era para un puesto de Diseñador Eléctrico para Centrales y Repetidoras de Telefonía. Eso era exactamente lo que había hecho por muchos años en Argentina. Y me llamaron!
Tengo que confesar que estaba un poco nervioso, mi mayor preocupación era el idioma. La entrevista fue buena, aunque me costó bastante entender. Me hicieron muchas preguntas sobre lo que había hecho, y como resolvería determinadas situaciones que ellos me planteaban. Cuando terminó, salí con la sensación de que me llamarían… y así fue. A la semana siguiente me estaba haciendo los análisis médicos pre-ocupacionales, y el 19 de marzo, justo un mes después de haber llegado a Perth, empecé a trabajar.
Ni en mis planes más optimistas esperaba conseguir trabajo tan rápido!
Nota: del resto de los emails que había mandado, la mitad no me contestó y la otra mitad me dijo muchas gracias y siga participando. En mi opinión tuvo mucho que ver la famosa “experiencia australiana” que yo no tenía, y que es muy valorada en las empresas locales.
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